Las cafeterías de escuelas públicas y privadas en México han dado un giro radical con la entrada en vigor de la nueva ley que prohíbe la venta de comida chatarra en los planteles educativos.
Las imágenes del primer día de implementación muestran estantes vacíos y menús completamente transformados, mientras estudiantes y comerciantes se enfrentan al reto de adaptarse a esta nueva regulación. Mientras algunos alumnos extrañan sus productos favoritos, otros celebran la iniciativa como un paso hacia una alimentación más saludable en las escuelas.
El cambio ha generado opiniones divididas, pero las autoridades aseguran que la medida busca mejorar los hábitos alimenticios de los jóvenes y reducir los índices de obesidad infantil en el país.