Lo que comenzó como una emergencia veterinaria terminó en un lamentable episodio de violencia. Una mujer llevó a su perrita a una clínica veterinaria luego de que esta presentara un cuadro de dificultad respiratoria, pero pese a los esfuerzos del personal médico, el animal perdió la vida.
La pérdida generó una reacción violenta por parte de la dueña, quien agredió física y verbalmente al personal de la veterinaria. El caso escaló aún más cuando el médico veterinario encargado denunció públicamente que, tras lo ocurrido, él y su equipo han comenzado a recibir amenazas de muerte a través de redes sociales y mensajes anónimos.
El incidente ha causado indignación en la comunidad veterinaria, que exige respeto a su labor y pide frenar la violencia contra quienes se dedican a salvar vidas animales.